Una infausta guerra
La Guerra con Chile, Guerra del Pacífico o Guerra del Guano y el Salitre es un nefasto episodio de nuestra historia republicana. Luego de la guerra el Perú quedó con una economía devastada, una burguesía arruinada y sin contar aún con un proyecto de desarrollo. Además de ello se perdió el rico territorio salitrero de Tarapacá. ¿Por qué ocurrió esto?
Esta guerra se produce en la década que marcaba el fin de la llamada “Prosperidad Falaz”. Época en que la clase gobernante peruana no supo, como venía sucediendo desde el inicio de la República, aprovechar los ingresos del guano en la construcción de un proyecto nacional que permita el desarrollo de una clase industrial y empresarial. Cuando las ganancias del guano otorgaron los medios para una modernización e industrialización importante, se optó por invertir en obras improductivas o demasiado costosas (como los trenes).
El resultado no pudo ser peor. En la década de 1870 el Perú se encontraba en una bancarrota total. La deuda externa superaba los 30 millones de libras esterlinas y no había recursos con qué pagar, pues el guano ya no era de tan buena calidad; además, los fertilizantes químicos tenían mayor aceptación en los mercados internacionales.
Así, el Perú llegó a 1879 con muy pocas probabilidades de oponerse a un enemigo que por muchos años se había preparado para tal evento.
Esta Webquest, te dará algunos alcances acerca de este siempre interesante tema.
Esta guerra se produce en la década que marcaba el fin de la llamada “Prosperidad Falaz”. Época en que la clase gobernante peruana no supo, como venía sucediendo desde el inicio de la República, aprovechar los ingresos del guano en la construcción de un proyecto nacional que permita el desarrollo de una clase industrial y empresarial. Cuando las ganancias del guano otorgaron los medios para una modernización e industrialización importante, se optó por invertir en obras improductivas o demasiado costosas (como los trenes).
El resultado no pudo ser peor. En la década de 1870 el Perú se encontraba en una bancarrota total. La deuda externa superaba los 30 millones de libras esterlinas y no había recursos con qué pagar, pues el guano ya no era de tan buena calidad; además, los fertilizantes químicos tenían mayor aceptación en los mercados internacionales.
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